Por los campos aparecieron las primeras avefrías en bando de unos cincuenta individuos, aves que pasan el invierno entre nosotros disfrutando de un suelo menos helado del que presentan sus zonas de cria. Otros invernantes como alondras comunes, bisbitas comunes, muchos petirrojos, milanos reales, pinzones vulgares y lavanderas blancas van ocupando sus territorios. Los cereales nacientes van verdeando los paisajes agrícolas mientras que los árboles del soto siguen perdiendo sus hojas dejando entrever los ya ocráceos robles melojos del cercano monte. Los cardos son visitados por bandos cada vez más numerosos de jilgueros, a veces mezclados con pardillos y verderones. Los lúganos aún no los hemos registrado por Grajera.
A mitad de mes colaboramos en el censo de otoño que cada año se realiza en las Hoces del río Riaza y sus inmediaciones para conocer la situación de la población de buitres leonados que habitan en sus peñas y cortados. Es una actividad colectiva en la que paticipan numerosos ornitólogos venidos de toda las regiones.
En estos últimos años se viene constatando una disminución en el número de buitres debido, posiblemente, a la falta de alimento provocada por la normativa que limita la eliminación de cadáveres de ganado en el campo.En el embalse de Linares del Arroyo ya se ven diversas especies de anátidas como cucharas, cercetas comunes, ánades reales y limícolas como agachadizas, andarríos grandes y algún correlimos común. Garzas reales y cormoranes también son ahora habituales en el embalse.
Los días se van acortando y las noches se alargan. Jornadas cortas de campo y tardes amplias frente a la chimenea. Tiempo para la lectura y para repasar los cuadernos de campo.