Como era casi luna nueva el 25 de julio, desde Grajera Natural ya teníamos preparado un viaje a Júpiter. La cita fue en el parque de El Palomar de Grajera antes de la medianoche. Participaron en la misión ocho tripulantes marchadores y con ilusión. La noche era templada y oscura. Llevábamos en mochilas un gran trípode y un telescopio recto de 1.000 mm. Tomanos el cordel de ganados que se dirige a la Dehesilla, pasando junto a la Poza Chiquita. Caminábamos sin linternas para que la noche nos alumbrara con toda su grandeza. Los campos cosechados aparecían a los lados mientras se disipaba el último resplandor de Grajera.
(c) Ernesto Sánchez-Cabezudo
Llegamos al robledal, cuyos árboles aparecían como sombras delante nuestra. Hicimos una parada junto a la charca para percibir el silencio del bosque y amplificar todos nuestros sentidos. Era una sensación extraña que despertaba ciertos temores en los más pequeños. Sólo el canto de una rana y de algunos insectos nos hizo proseguir el itinerario fijado. Avanzamos hacia el norte, subiendo la ladera, hasta llegar a un alto despejado donde plantar el telescopio.
(c) Ernesto Sánchez-Cabezudo
Una vez instalado el telescopio, lo dirigimos a esa luz brillante que hacía poco tiempo había emergido por el horizonte sureste. Era Júpiter, lejano y grandioso a la vez. Era como mirar a nuestro hermano mayor de la familia solar. Con un poco de trabajo conseguimos enfocarlo y entonces todo su poderío quedó atrapado en nuestras retinas. Júpiter es un inmenso planeta gaseoso de hidrógeno y Helio y muchos astrónomos lo consideran como una estrella fallida. Sus días duran sólo 10 horas y es 318 veces más pesado que la Tierra. Presenta unas bandas que conseguimos ver aunque con dificultad. Su gran ojo rojo de anticiclón no llegamos a distinguirlo pero sí dos de sus brillantes satélites.
(c) Ernesto Sánchez-Cabezudo
Fue una noche intensa que enmarcamos en este Año Internacional de la Astronomía 2009. En todo el mundo se llevan a cabo actos para conmemorar los 400 años de las primeras observaciones con telescopio que realizaron Galileo y Harriot. Seguiremos mirando al cielo.
3 comentarios:
Tu puesto a organizar excursiones no te conformas con ir al pueblo de al lado. ¡Nada menos que a Jupiter!
Me alegro mucho de esta renovada actividad en tu blog. ¡Da gusto leerte!
¡Menudas excursiones!
A este paso Grajera acabará llamándose Cabo Grajeral, por su emulación de las misiones salidas desde Cabo Cañaveral.
Lo cuentas tan bien que me he sentido un tripulante más.
¿Llegaréis a salir una noche de estas fuera del sistema solar?
Hola amigos:
Me satisface contar con vuestro apoyo incondicional. Es una suerte poder teneros siempre cerca, aunque sea a través de Internet. Estoy con la ilusión de hacer muchas cosas y poder contarlas.
Para este fin de semana tenemos otro paseo lunar para ver las Perseidas o lluvia de estrellas en Grajera.
Abrazos estelares,
Fernando
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